Ayer estaba viendo una comedia romántica
(sí, de esas películas de amor que tienen finales tan irreales, pero una parte
de ti quisiera tener un desenlace así) y al final no sabía si las actuaciones
habían sido muy malas, o si en verdad las mujeres somos tan brutas y las actrices
supieron proyectarlo muy bien en su papel.
1. Empezar la dieta.
Siendo honestas, quién no se ha
martirizado de hambre antes de tener un "date"? Antes de la esperada fiesta del sábado ya estamos sobreviviendo a base de papaya, lechuga y agua desde el jueves ó empezamos a salir con alguien y nos ponemos a dieta y el ejercicio porque suponemos que “nos vemos gordas” para ellos.
La verdad es que las dietas no funcionan
por eso. Se trata de aprender a
comer bien para estar saludables en el futuro; no
están diseñadas para un mes ó un
fin de semana y menos para gustarle a un tipo que, probablemente, el día de mañana te cambie por
otra y te de un pase directo al “rebote”... porque eso sí, no hay litro de
nieve o caja de chocolates que no curen un corazón herido.
2. Exceso de maquillaje.
Una vez estaba en el asilo de ancianos y
uno de los viejitos le dijo a mi novio (de aquél entonces) que yo era muy bonita.
Como yo soy muy modesta, "ajá", le agradecí el cumplido pero hice énfasis en que
había sido un largo día, que andaba en “fachas” y que arreglada y maquillada
podía verme mucho mejor. El respondió:
-
“Todas las mujeres arregladas
se ven hermosas. Pero es muy difícil despertar con alguien, que aún en la
mañana y sin maquillaje, se vea
igual. Si así te ves linda ahorita, seguramente también te ves muy linda por
las mañanas. Ese es el tipo de belleza que todos los
hombres deberíamos de buscar.”
Lo sé. A mi también me llegó (creo que a mi ex le pasó de la noche a la mañana porque me dejó ir). Y nunca me he
considerado super bonita, así de que ustedes digan “wow que bárbara”, ni
tampoco soy una experta maquillándome o peinándome, pero creo que desde
entonces me sentí única y hago el esfuerzo por verme menos artificial. El Día
de la Primavera es el 21 de marzo, Halloween es el 31 de octubre.. De ahí en
delante no hay necesidad de maquillarse como si fueras payaso, flor mutante o
muñeca de porcelana diabólica... Bueno, a menos de que tengas una sesión de
fotos muy artística o que estés haciendo casting para el circo, entonces sí,
todo está bien.
3. Caer en la vulgaridad.
Les suena el dicho popular: "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda"? Siempre que lo escuchaba, y no
se por qué, pero me imaginaba a la Mona Lisa con diferentes vestidos (hasta de
colores más vivos o floreados) pero con la misma cara enigmática. Igual sucede con nosotras las mujeres.
Nuestras facciones y nuestra esencia son
las mismas y por supuesto que habrá ropa que nos favorezca mejor según nuestra
complexión, altura ó estilo. Pero usemos lo que usemos, vamos a seguir siendo
nosotras y nada va a cambiar en lo personal. La que es insegura seguirá siendo insegura, y la que es sencillita y carismática como yo... también seguirá siendolo.
Se preguntan por que tienen esa
reputación? Creen que van a conseguir un buen partido publicando sus mejores
fotos como "encueratrices"? Pregúntele a cualquier hombre: podrán
salir con muchas, pero se van a quedar con aquella que no le de vuelo a la
hilacha con cualquiera. La ventaja de ser mujeres es que podemos arreglarnos y vernos atractivas sin tener que caer en la vulgaridad.
Así como la Mona Lisa no pierde su
misterio, nosotros no debemos perder nuestra DIGNIDAD. Eso es lo que nos hace
interesantes.
4. Actuar exageradamente.
Primer acto: Pepito trata de impresionar
a Pepita.
Segundo acto: Pepito no se da cuenta de
lo ridículo que se ve.
Tercer acto: Pepita se arrepiente de
haber salido con Pepito por qué se comporta muy extraño.
Cómo se llamó la obra?
“Todos los hombres. Siempre.”
Jajaja, ok, ok.
Obviamente las mujeres también caemos en esto y yo entiendo que no somos
las mejores actrices o que simplemente no podemos ocultar nuestra emoción y los
nervios que sentimos cuando estamos con alguien que nos mueve el tapete, pero nunca, jamás de los jamases, hay despegar los pies de la
tierra.
Así como ellos se ven
super ridículos tratando de impresionarnos, así nos vemos nosotras (o peor). Se trata de dejar las cosas fluir y de ser como
somos. Que flojera pretender ser alguien más con alguien que ni siquiera
conocemos.
Aunque debo de admitir
que tengo buenísimas historias gracias a situaciones como esta. Ya les
contaré después.
5. Imaginarse la novela.
Saben a que me refiero. Conocemos un nuevo galán, nos invita a salir, y todavía no terminamos de tomarnos el “Chai”
cuando ya nos estamos nos imaginamos que nos va a llevar a casa, vamos a vivir
el momento incómodo donde no sabemos si quedarnos platicando más o meternos, va
a abrir la puerta del coche, nos va a acompañar a la puerta, nos va a dar un beso a la luz de la luna, nos va a a
mandar mensaje de buenas noches, el próximo fin sacamos a nuestras amigas con
sus amigos, vamos a empezar una relación, si bien nos va nos podemos casar,
nuestros hijos serían muy atractivos (aunque primero tendríamos que conocer a
su papa para saber como se vería nuestro prospecto de grande), etc, etc, etc. Ó
todo lo contrario…digo, si no nos gusta el tipo lo único que queremos es llegar
a nuestra casa y desaparecer de su vida.
Quizás sueno muy
exagerada pero se los juro que he conocido gente así. Al menos al mensajito de
buenas noches si hemos llegado, y a la parte donde lo bloqueamos en el celular
también.
Nos
complicaríamos menos la existencia si solo dejamos de imaginarnos la “novela”,
o sea lo que va a suceder después, y disfrutamos del momento. Tranquilas! Por más guapo que esté nuestro principe azul, no significa que se porte como tal; o por el contrario, no está tan agraciado pero te puede hacer pasar uno de los mejores ratos de la semana. Claro que puedes
analizar sus rasgos faciales, la psicología de su comunicación no verbal y determinar
si vuelves a salir con él o no, pero la clave de la diversión está en escuchar,
prestar atención y dejarse sorprender.
El resto de la lista? No se lo pierdan la próxima semana ;)
lo irónico es que las mujeres intentamos hacer que todo encaje para que la relación sea "perfecta" por eso llegamos a estos típicos errores. pero no solemos darnos cuenta que lo importante no es encajar con la pareja ya que eso es lo fácil, lo complicado esta en conocer los demonios de el y lograr una relación con nuestros demonios propios por que con el paso del tiempo estos son los que realmente van a cobrar peso y nos van a hacer decidir si es funcional la relación
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