jueves, 24 de julio de 2014

Y cuando planeas la sorpresa, el sorprendido terminas siendo tú.



Nunca les ha pasado que planean una mega sorpresa y al final no resulta como lo esperado? Quizás alguien que estaba ayudando a prepararla no hace las cosas como debería, ó el festejado no llega, ó algún comentario delata lo que se estaba tramando, ó el clima, ó el tiempo, ó el perro etc, etc, etc.

Precisamente a mí nunca me han resultado las sorpresas. De verdad, siempre que quiero sorprender a alguien termino siendo yo la sorprendida. Creo que la última vez que traté de sorprender a alguien fue cuando tenía 16 años. Sí, hace una eternidad. Y cómo hace un par de días estábamos planeando una cena sorpresa (que al final no funcionó) recordé una vez más esta anécdota que les quiero compartir.

Era el cumple de uno de mis primeros “peor es nada”.  Cómo cumplía 18 había decidido prepararle una mega sorpresa a fin de que fuese uno de los mejores cumples de su vida. Gasté gran parte de mis ahorros comprándole una camisa, un peluche, un perfume, globos, etc. y llamé a su madre pare pedirle permiso y poder decorarle la habitación.

Como ninguna de mis mejores amigas estaba disponible a la hora que me podía recibir “la señora”, me acompañó mi madre. Así es, ya se imaginarán la cara que puso mi ex-suegrita al momento en que vió a mi mama conmigo en la puerta.

Equis. Subí a su habitación, empecé a decorar todo y en eso me entra una llamada de mi (en aquél entonces)  novio diciendome que estaba afuera de mi casa. Obviamente le dije que no estaba ahí, pero el quería alcanzarme donde anduviera así que le tuve que inventar un rollo mareador que al final terminó molestándolo porque pensaba que yo no lo quería ver en ese día tan especiall.

Terminamos de decorar la habitación, yo casi me desmayo por inflar tanto globo, mi mamá y su mamá hasta se habían echado un cafesito, nos despedimos y justo en el momento de encender el coche para irnos llegó mi ex a su casa. – “Fiuu! Justo a tiempo”- pensé.

Llegué a mi casa exhausta directito a conectarme (para ese entonces todavía usábamos messenger), él aparecía como online (cabe destacar que su computadora de escritorio estaba en su habitación así que a fuerzas ya tenía que haber visto todo el show) y yo estaba esperando el momento en el que me escribiera: Gracias mi amor! Me encanto tu sorpresa!

Dos minutos, diez minutos y nada. Me desesperé y lo saludé.
-Hola
-hola
-Cómo estás?
-Bien y tu?
-Super!
- Que bien.
-Estás en tu cuarto?
-Si.

Osea….. Ok. Si estaba en su cuarto es obvio que ya había visto la sorpresa, pero por qué no me decía nada???  Así que proseguí:

-No te gustó la sorpresa?- Esperé como dos minutos por su respuesta.
-Pues sí. Pero la verdad no me pareció que entraras en mi cuarto. Además mi mama se molestó mucho de que le hayas marcado para venir. Ella no está de acuerdo en que yo tenga una relación, así que se sacó mucho de onda cuando le dijiste que eras mi novia y más que le pidieras permiso para venir a decorarme el cuarto. Así que creo que ya no podemos seguir nuestra relación.

Un segundo después el tipo aparecía offline.

Claro que después me buscó y me rogó que volvieramos. No fue necesario decirle en  su cara lo im@#$%& que se portó, el mismo lo reconoció. Pero esa es otra historia.

Dicen que el primer amor nunca se olvida… pues él era mi primer amor, preguntenme si lo olvidé. Además de que nunca volví a gastar dinero en regalos para mis novios. Siempre es mejor hacerles un regalo “home made”, una cena, un video, lo que sea menos regalos costosos y sorpresivos.

En aquél entonces me daba coraje contar lo que pasó. Ahora muero de risa con solo imaginarme la cara de su mamá y la bilis que ha de haber hecho. Nomás por eso valió toda la pena el esfuerzo.

Cuál es tu historia?


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