Si, sí. Lo sé. Ya casi se cumple el año
de no haber publicado ningún blog. De
hecho me han pasado tantas cosas “random” el último año, que he pensado
seriamente en vender mis historias a una serie de televisión. Sólo que aún no
llega el galán adecuado ni el villano que no me deja vivir en paz.
O quizás ya tenga al villano perfecto. Precisamente
la última vez que escribí, les comenté que no había nada como los mexicanos. Ya
saben, gorditos y bonitos. Aún así me iba de viaje a Europa y no estaba cerrada
a la posibilidad de encontrar mi príncipe azul.
NUNCA, JAMÁS, lleven piedras al cerro.
Viajen con su prima, su mejor amiga, su abuelita si quieren, pero eviten lo más
que puedan viajar con un hombre. Bueno, depende a donde vayan. Pero en mi caso,
que iba a los lugares europeos mas turísticos y “seguros”, era un completo
error viajar con un hombre que además de espantarme todos los galanes a la
redonda, terminó siendo un creepy total. He aquí la historia…
Todo comenzó en una noche de mayo cuando
recibo por adelantado mi regalo de cumpleaños. Nada más y nada menos que un
viaje a Europa. Yo brincaba y lloraba de la emoción, sin embargo, necesitaba
elegir fechas y encontrar a alguien que pudiera acompañarme y solventar todos
sus gastos en menos de 4 meses puesto que el viaje sería en septiembre.
Para esto, yo había vivido en Guadalajara
un tiempo y seguía manteniendo contacto con Daniel, uno de mis mejores amigos
de allí. Él sabía que yo estaba viviendo en EUA y como él también es un alma
aventurera, habíamos comentado la posibilidad de visitar Canadá, o Alaska, en
algún momento del año.
Mis mejores amigas se encontraban a miles
de kilómetros de distancia, ó trabajando, ó estudiando, ó ahorrando para la boda,
así que ninguna podía acompañarme en esas fechas. Por lo tanto no dudé ni poquito en preguntarle
a Daniel si se animaba a ir conmigo.
Miren que no terminé de decir rana cuando
él ya había saltado. Al día siguiente Daniel ya tenía sus boletos y estábamos
planeando nuestro itinerario!! Y lo mejor de todo es que él es ingeniero, así
que él iba a estar encargado de los tiempos y los números y yo de la diversión.
No lo había visto en más de 2 años, pero siempre que yo iba a Guadalajara lo
visitaba y nuestra amistad era igual de sólida que cuando estábamos en la
universidad. Conocía y recordaba perfectamente todas mis historias amorosas, a
mis amigas y hasta mi mamá. Qué podía perder?
Se llegó la fecha del viaje. Primera
parada, Roma.
Dios mío…. no quiero hablar de la pizza
más deliciosa que he probado en mi vida, el gelato, e incluso el agua natural.
Mejor me enfoco en las aventuras que uno puede vivir en sus viajes por más
planeados que estén.
En fin, llegando a Roma caminamos como 20
cuadras para encontrar el hotel. Yo soy buenísima orientándome, pero Daniel es
más despistado que despistado man en
sus tiempos de despistado. Hasta este punto yo no lo sabía, pero luego de
empezar a sentir ampollas en mis manos por estar jalando mi maleta por las
calles empedradas por más de 40 minutos, decidí tomar la batuta y preguntar
como leer el ch!@#$ mapa.
Cuando por fin llegamos al hotel, resulta
que no había lugar. Mientras yo ponía mi cara de WHAT, Daniel ya estaba
restregándole al italiano que él había hecho y pagado su reservación con 4
meses de anticipación, etc., etc. El italiano nomás gritaba y se reía, como
diciendo “no es para tanto”, además de
que Daniel no habla muy bien Inglés, así que supongo que se burlaba de su intento
de Inglés. De nuevo volví a tomar la batuta y me puse a dialogar con el hombre.
Me explicó que así funcionan las cosas en Roma, según él, pero que nos iban a
mandar a otro hotel que era del mismo dueño.
Nos disponíamos a subir en el taxi
cuando sentí que mi maleta estaba todavía más pesada de lo normal y que no se
arrastraba con facilidad. Me detengo, inspecciono y me doy cuenta de que se le
cayó una llantita!!! Claro!! Después de haber vagado perdidos por más de 40
minutos era lógico que se le fregaran las llantas. –Equis- dije… -sirve que hago
brazo-.
Llegamos al hotel y cual fue nuestra
sorpresa que solo había una cama matrimonial en la habitación. Nuevamente nos
quedamos con cara de WHAT. Daniel bajó a quejarse a recepción y regresó con
cara de… no sé ni siquiera como describir su rostro en ese momento. Si uno
reserva una habitación doble en México, o en Estados Unidos, es obvio que incluya
dos camas matrimoniales no? Bueno, en Europa no. Una habitación doble es una
habitación con una cama para 2 personas. Fin de la discusión. Lo bueno que toda
mi vida he ido de misiones y estoy acostumbrada a dormir entre hombres,
ronquidos y olores. JA.
Duramos 4 días en Roma. Recorrimos lo que
teníamos que visitar y comimos lo que teníamos que comer. Y no sé si mi colmo
más grande fue que la Fuente de Trevi estuviera cerrada por remodelación, si
los italianos no fueran tan guapos como yo pensaba, o que Daniel no supiera
tomar buenas fotos. Creo que la última! Estudié fotografía profesional, así que
todas las fotos que tomo salen MUY decentes. Y obvio todas las fotos que yo le
tomaba a mi buen amigo estaban increíbles, pero para que él me tomara una foto
era todo un circo! Por más técnica que yo le explicaba o más tips que
le diera, nomás no daba ni una.
Siguiente parada, Florencia.
Se supone que yo me encargué de reservar
y pagar los boletos de tren para evitar demoras. Los recibí incluso por correo
con 2 meses de anticipación. Cuál fue nuestra sorpresa que al momento de
abordar el tren y que el guardia pasara a revisar nuestros boletos, éste empiezó a
gritarnos histéricamente. Yo no entendía ni papa porque sólo hablaba italiano,
ni una pizca de inglés, hasta que un alma caritativa empezó a traducirnos lo que
trataba de decirnos. Para no hacer el drama más largo, por alguna razón que en ese momento no entendíamos, hubo una confusión y sólo habíamos
pagado la reservación pero no el boleto total. O sea, en esos trenes la gente
se sube y agarra el primer lugar que encuentra. A veces se saturan y la gente
tiene que esperar el siguiente tren. Por lo tanto, te venden la reservación
para que ya tengas un lugar seguro, per aparte te venden el viaje. Total de que nosotros solo teniamos la reservation. Es tan
complicado (y tan estúpido) pero no lo sabíamos que casi nos arrestan por alegar
que ya teníamos nuestro boleto. Al final pagamos el costo del boleto que eran
35 euros, más una multa de 80 euros. Sí… mátate Elisa.
Cundo por fin llegamos a Florencia, casi
lloraba de la impotencia y de haber gastado lo que iban a ser 2 días de comida.
Pero bueno… Dios aprieta pero no ahorca. Todo valió la pena luego de llegar y
ver los italianos más guapos de mi vida. Así es, en Roma estaban horribles…
pero aquí….MAMMA MIA!
Venecia, destino clave.
Cuando llegamos a Venecia yo ya estaba
más relajada. Llegamos tan tarde que hasta el hotel ya estaba cerrado. Tuvimos
que timbrar y despertar al encargado para que nos abriera. Muy de mala gana nos
recibió, pero después de tanto estrés lo único que nos interesaba era llegar y
morir.
En una de esas noches que tomábamos café
en la Plaza San Marcos, mientras
escuchábamos un dueto de piano y violín, nos pusimos a profundizar en nuestras
experiencias de vida. Hablamos de situaciones que nos han marcado como
personas, de experiencias fuertes que nos han dolido, pero que nos han hecho
crecer y cambiar. Ese típico momento de crisis y resolución existencial.
-Sabes Elisa, - me dijo- He tenido 5 novias y lo que sigo sin entender
es porqué todas mis relaciones han terminado de la misma manera. Soy un
caballero. Soy de los que abren la puerta del coche, los que pagan la cuenta,
los que mandan flores, los que mandan mensajes y llaman para ver como ha estado
su día. Soy muy atento y en general me considero buen prospecto. Lo peor es que
según yo, estamos bien en la relación, y al día siguiente llaman y me dicen que
por equis o ye razón, lo nuestro no puede seguir y que no las busque nunca más.
Me bloquean y desaparecen de la faz del planeta-.
Por mi mente pasaron mil y un razones por
la que una mujer haría eso. Soy mujer, me las sé de todas a todas. Pero como era
su amiga necesitaba darle apoyo moral. Traté de darle por su lado, resulté todas sus cualidades positivas y a la vez le
expliqué que a las mujeres a veces nos gusta que nos traten mal. Obvio no, pero
que se supone que le dijera? Al final, el pobre de Daniel terminó mareado con
mi explicación, pero convencido de que yo era una mujer diferente, que era
inteligente, independiente y especial. Y claro que lo soy ;)
Hago énfasis en esta parte, porque más
adelante esta conversación tendrá un desenlace que no se imaginan. Cha cha cha
chaaaaaaan……
Los siguientes días fueron maravillosos
porque exploramos hasta el callejón más recóndito, tomamos mucho café, comimos
muchos gelatos, recorrimos el mercado, paseamos en el Ferri. Y sí, también
volvimos a discutir con un Italiano porque yo estaba regateando para subirnos a
una góndola.
Que tiene de malo? Costaba 80 euros y
podían subirse 6 personas. Ví a una pareja y se me hizo fácil preguntarles si
nos dividíamos 40 y 40….
Dios mío…. Salí corriendo antes de que el
gondolero me golpeara con el remo. Estaba histérico, pero éste si supo hablarme
Inglés, aunque fuera con muuucho acento:
- Experience unique in life!! People
around the world come once in life! They want to live experience! Don’t care
pay!! What you thinking?? If you no pay, no trip! GO AWAY!!!!!
Traducción (como debiera ser correcta) al
español:
-Experiencia única en la vida! La gente
alrededor del mundo viene una vez en su vida! Quieren vivir la experiencia así
que no les importa pagar! Qué estás pensando? Si no pagas, no hay viaje.
Lárgate!
Pero yo no iba a pagar por subirme a una
góndola con un bato que ni era mi novio. Quizás este hombre tenía razón. Mejor
dejaba esa experiencia para la próxima vez que regresara a Venecia con el amor
de mi vida. Para ese entonces no voy a llevar tan poco presupuesto.
Pensé que los italianos eran gritones
nomás en las películas pero no, así es su cultura. Como sea estaba ansiosa
por mi siguiente destino… París.
Quiéren saber que pasó? No se pierdan el
desenlace de esta aventura de película.. Solo aquí, con esta loca y aventurera Chapada a la Antigua...